Enseñar a través de distintos lenguajes

Existen diferentes corrientes de pensamiento que sostienen posiciones encontradas para hablarnos de la adquisición de diversas destrezas. La más polémica, sin duda, es sobre el lenguaje oral; hay quienes sostienen la capacidad innata, como Chomsky quien pensaba que “el lenguaje humano es el producto de descifrar un programa predeterminado por nuestros genes”, mientras que otros, como los ambientalistas, nos hablan del énfasis que tiene el entorno con su influencia sobre el individuo y la capacidad de éste de adaptación al mismo. Sin embargo, ambas corrientes concuerdan en la importancia del estímulo temprano y la necesidad de recorrer un camino que aporte los instrumentos necesarios para darle la mayor riqueza y amplitud a nuestro lenguaje, fortaleciendo los diversos procesos de la comunicación.

El estudio del lenguaje y el habla seguirá siendo tema de indagación y polémica entre lingüistas, psicólogos y educadores; una discusión apasionante por cierto, pero con mucho camino por recorrer aún. Recientes investigaciones realizadas con rigurosidad y profundidad nos hablan de la importancia que tiene la temprana estimulación para lograr el aprendizaje de nuevas destrezas, lo que confirma entre otros a Vigotsky, Decroly, Burt y Montessori, pioneros del siglo pasado en la educación de la primera infancia.

Los primeros momentos de la vida de un ser humano son fundamentales, ya que es allí cuando se producen grandes cambios en el sistema nervioso. Esto da lugar a una máxima plasticidad cerebral y posibilita una admirable asimilación de los diversos lenguajes. Con un acompañamiento adecuado, el proceso de adquisición e incorporación de los nuevos lenguajes va progresando al mismo tiempo que el desarrollo del niño. Es bastante difícil que pasada esta etapa se puedan compensar determinadas carencias. Este proceso de crecimiento acompaña el desarrollo afectivo del niño y, junto con los padres, son los educadores quienes fomentan una educación apropiada tanto en sus habilidades motoras como cognitivas, lingüísticas, matemáticas, científicas y sociales.

Competencias básicas en la alfabetización temprana: la palabra y la razón

Como adultos y educadores, al ver una herramienta como el martillo la asociamos rápidamente a una versátil lista de actividades posibles: clavar, romper, encajar, etc. Si podemos visualizar a los diversos lenguajes como herramientas, también podemos ver la multiplicidad de usos y recursos que estos nos permiten. La palabra y la razón o el lenguaje oral y el científico, están directa e intensamente relacionados. Según los antiguos griegos, logos (en griego λóγος -lógos) es una palabra que tiene varios matices de significado: logos es la palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada y puede traducirse de distintas formas: habla, palabra, razonamiento, argumentación, discurso o instrucción.

La construcción del conocimiento científico y tecnológico precisa del desarrollo del lenguaje y de una interrelación con el medio natural y social. Los procesos de alfabetización para los diversos lenguajes tienen una serie de etapas que, con la orientación y la preparación adecuadas, pueden ser llevadas a cabo en forma simultánea y secuenciada. Los avances desde distintas perspectivas teóricas que se han producido en los últimos 50 años sobre la importancia de la alfabetización temprana en las distintas disciplinas nos aportan diferentes enfoques y una multiplicidad de herramientas imprescindibles. Esto permite que los procesos respeten no sólo las particularidades individuales sino también los tiempos de cada educando.

La alfabetización se desarrolla en la cotidianeidad, donde la experiencia de los niños más pequeños se incorpora al diario trajín, más allá del aprendizaje de la lectura, la escritura y la matemática. Las competencias se adquieren como aspectos funcionales a su uso y es aquí donde la planificación y una mirada crítica del docente tienen un rol fundamental. El reconocimiento de las diversas posibilidades didácticas y la aplicación metodológica de recursos son herramientas necesarias para todo educador en la primera infancia. Criterios para el diseño de situaciones de aprendizaje significativo de los lenguajes ya sea oral, escrito, matemático, científico o tecnológico (entendidos éstos como herramientas básicas para la comunicación y la construcción de conocimientos) son el complemento.

Integrados y diferentes, bajo el mismo paraguas

Profundizar en la tarea de lograr una formación completa e integrada es el permanente desafío de todo educador en la primera infancia, especialmente en un mundo tan cambiante, con una interacción cada vez más importante con las herramientas tecnológicas y en un aula donde una gran diversidad de identidades puede coexistir. Los profesionales que trabajan en educación infantil necesitan reforzar todas sus herramientas disponibles para lograr cobijar bajo un mismo paraguas a sus estudiantes, mientras realizan el camino de incorporar prácticas educativas metodológicas para enseñar los distintos lenguajes en forma integrada. Con lluvia o con sol, el camino necesita un marco referencial que profundice las competencias y amplíe los horizontes.

 

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